"Más vale un lápiz corto que una memoria larga", es lo primero que aparece cuando doy un seminario una clase, o una reunión. Por obvio que parezca el tomar notas, ya sean digitales de grafito o de pantalla, es algo que no está presente en el comportamiento de la mayoría.
En mi primer trabajo como becario en una compañía de software, la empresa tenía en la sala de programación un papel pijama (de los que se ponían en las impresoras matriciales y avanzaban en el carro con agujeros en ambos lados), que iba de pared a pared con la leyenda "Más vale un lápiz corto que una memoria larga", lo que se traducía en que había que apuntar las cosas y no confiar en nuestras dotes memorísticas.
Todos los días me encuentro que gente a la que le estoy explicando cosas, algunas de ellas complicadas, me miran con los ojos como platos, pero no tienen la costumbre de apuntar y tomar notas sobre lo tratado o sobre el proceso que estemos viendo, luego ocurre lo esperado, las palabras se las lleva el viento, la memoria flaquea y puntos importantes quedan en el vacío.
Esto lo vengo observando sobre todo en la gente joven, que piensan que no es necesario apuntar, ya que todo está en internet, pero no es así. Me ha pasado incluso en reuniones en las que he sugerido que se hiciera un acta o un resumen y se pusiera un plan de acción con unas fechas de ejecución, algo elemental para hacer un seguimiento, marcar hitos, pues es minoría los que lo hacen. O es cultura de la empresa (hay compañías que lo tienen muy bien estructurado y funciona, sobre todo las grandes), si no está en la cultura acabamos en la gestión del buenismo o por impulsos, las reuniones y formaciones quedan en pasatiempos que se borran nada más terminar.
En la era digital, de los mensajes de voz por Whatsapp, de Skype, Evernote etc, con la cantidad de herramientas que hay son mayoría los que no las usan, quizás porque la tecnología se lo ha puesto tan fácil, que las han obviado
¿Cuantos usan lápices (digitales o de grafito) en vuestras reuniones?
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